¡Cómo nos gusta acompañar con vino una comida! O tomarlo como aperitivo una mañana, o una copita antes de ir a cenar. Sí, nos gusta el vino, y cada uno tenemos una preferencia. Hay muchos tipos de vino, y nos decantamos por uno u otro según nuestras preferencias y nuestro paladar.
El color del vino
Tenemos cuatro tipos de vino según el color del mismo: vino tinto, vino blanco, vino rosado y vino clarete. ¿Cuáles son sus distintivos?
Vino tinto
El color del vino tinto viene determinado por el color de las uvas tintas del que se extrae y del hollejo -la piel que cubre la uva-, donde se encuentran los pigmentos que determinan el color del vino tinto.
Vino blanco
El vino blanco se elabora a partir de uvas blancas o tintas. Para que no tenga color y sea blanco, se separa del hollejo en su fermentación.
El vino blanco viene definido por la cantidad de azúcar que tenga por litro: así, si tiene más de 272 gramos de azúcar por litro, es un vino dulce natural, y si tiene menos de 5 gramos, es un vino blanco seco.
Otras tipologías de vino blanco son el vino verde, el vino gris, el vino amarillo (vin jaune) o el txakoli.
Vino rosado
El vino rosado no es la mezcla del vino blanco y el vino tinto. El vino rosado se elabora a partir de uvas tintas o uvas tintas y blancas, pero con una maceración en hollejos muy corta.
Vino clarete
El vino clarete se elabora de manera similar al vino tinto, pero utilizando mayor proporción de uvas blancas. La fermentación se realiza en presencia de los hollejos, que son los responsables de otorgar el color al clarete.
La elección del vino para acompañar una mesa va a depender de la comida, de la ocasión y de la temporada. El color es el punto de inicio a la hora de seleccionar el vino que nos va a acompañar, así que seleccionar tinto, rosado, clarete o blanco va a depender del maridaje con la comida seleccionada y del gusto personal de cada uno.